Algunas imágenes de ayer, con la salida de los niños a la calle, son bastante desoladoras por la irresponsabilidad de algunos padres. También se pudo ver en Totana, en algunas zonas o espacios públicos y nos debería hacer reflexionar seriamente. Solo con policía y sanciones no vamos a sitio alguno y sería muy triste recurrir a esas medidas en una sociedad madura e informada.
Hasta ahora y en términos generales, lo estamos haciendo bien y los resultados lo confirman. Una recaída o rebrote del coronavirus daría al traste con el esfuerzo realizado por la inmensa mayoría durante estos duros días de confinamiento. No podemos confiarnos ni un centímetro porque podemos pagarlo muy caro.
No se trata de decisiones personales o particulares. En este problema estamos todos involucrados y todos podemos ser contagiados y contagiadores. Es una gravísima irresponsabilidad social y comunitaria saltarse las normas que nos dictan Autoridades Sanitarias o el Gobierno.
Todos queremos ver las calles como antes, nuestros bares y comercios abiertos, ir al mercadillos, a las fiestas de barrio, a los actos religiosos, pasear sin problemas, visitar el cementerio o viajar. Queremos abrazarnos y hacer una vida normal como hemos conocido hasta ahora. Pero para eso, hemos de aguantar un poco más, por trabajo que nos cueste. No nos queda otra. Un rebrote del COVID-19 puede ser letal y nos hundiría en la más profunda de las crisis sanitaria, social o económica. Sería mucho más complicado salir.
Estamos en la recta final. A unos días de dar los pasos hacía la normalidad. Hemos de cuidar a nuestros niños en estos días y no frivolizar con algo tan serio. Guardar las medidas de seguridad y cumplir con lo que se dice. Quizás no se debería ser tan estricto en las normas cuando se habla del tiempo o la distancia. Es importante que los niños tengan un grato recuerdo de esta experiencia y se relacionen con la naturaleza o recorridos saludables. Que disfruten de esta experiencia que les marcará en su memoria.
Yo recuerdo, con 5 años, acompañar a mi madre embarazada visitar las zonas desoladas por la riada de 1963. Aquella gente trabajando, ayudando a quien necesitaba, quitando barro en las zonas cercanas a la Rambla de la Santa, las casas baratas inundadas, con una agua y barro rojizo de la Santa. Son imágenes que no se van de la memoria cuando las vivimos siendo niños. La imagen de la salida a la calle, esta semana debe ser algo muy positivo en el recuerdo de nuestros niños.
Os pido responsabilidad, tranquilidad y calma. Estamos llegando al final. Ya vemos la luz al final del túnel y hemos de ser muy responsables. Desde la concejalía de Servicios e Infraestructuras (El concejal, Pedro José Sánchez Pérez) se han diseñado recorridos saludables en el casco urbano y en la Pedanía del Paretón para que sirvan de referencia si los queréis utilizar.
Policía Local, Guardia Civil, Protección Civil, Cruz Roja y el Ayuntamiento está a vuestro servicio. Para protegernos, no para sancionarnos. Pero depende de nosotros. No nos confiemos y vamos a entrar en la última etapa de la pesadilla con espíritu ganador. Los datos nos dicen que podemos vencer y salir bien de esta Crisis. De nosotros depende. No busquemos responsables en otros.
Buenos días y recordar, hoy más que nunca...
#TotanaLoEstáHaciendoBien
#YoNoMeRindo
#QuédateEnCasa
Juan José Cánovas, alcalde de Totana
